miércoles, 26 de octubre de 2011

La pareja bajo el árbol

Entre las hojas se tejía enredado confuso y abstracto, un sentido agudo armonioso, lento pero que en su esencia acelera las palpitaciones. Sin agua sin raíz de donde aferrarse, para crecer en conversaciones monologas consigo mismo; un extraño remordimiento sabor a dulce… tal crema baja por los labios, iracundos, arrebatados y desorientadores sensaciones del ego, de lo profundo del escarmiento humano, ese deseo ambiguo, que camina entre el deseo y la locura, entre el momento y presente. crecía tal jugo cae al agua, que sin un tormento lo agitase, crecería eternamente. pero hay limitaciones absurdas como un cristal, que a veces nos gusta mirar para ver crecer imágenes, tanto como hacer florecer sueños. empapado de abstractos momentos, crece como flor de hiel insuficiente de piel, ese aroma a rosa y sed, que arde como alcohol a la piel una herida que sana o quema… la duda o la aventura, prepara una embestida. Y tierra vuelve a la tierra, la flor que muere vuelve crece nuevamente tal piel despierta la duda, como quien aclárese. Dulce trago, que rosa en lo inmoral para generar ambigüedad sonreír en la vergüenza, mientras los labios besan mientras los labios se muerden, mientras todo sucede… desde donde nadie entiende, las manos son el arte. pintar con el dedo, figuras inocentes que estremecen, desde la espalda hasta la punta de su alba, porque lo que ella tiene Le hace falta. Musa

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