Yo no

Yo no puedo educar tus labios ni beber de ellos, yo no puedo aferrarme a tus sueños ni a tus brazos por que me da miedo soltarme de ellos, yo no puedo tomarte de la mano, tus problemas serían tormentos, pero yo quiero jugar con fuego y si es necesario hacerme cenizas por robarte un beso. Yo no quiero tenerte como un recuerdo ni mucho menos verte en mis sueños, como una posibilidad como un tiempo pasajero... Yo no decidí mirarte y pensarte como una estrella que ilumina mi sendero, yo no tengo nada para alimentar tus sueños, solo una pobre responsabilidad de mejorar mientras vivo, pero es imposible que yo no mire cuando tu eres todo lo que quiero. Conocerte darte un beso y quizás con un poco de esmero, empezar a educarme de nuevo. Yo no quiero tener penas en algún tiempo, yo se que tengo miedo y mas aun se que todo esto tiene un profundo deseo... yo no quiero la gloria de elegir con el dedo a la que me apetezca por un capricho de niño nuevo, yo amo tu luz yo adoro ese espectro, ese que me pone entre la duda y el ego, esa que me inmuta cuando tu vida toma rumbos nuevos, que el aire cese cada vez que te pienso, cada vez que me pierdo. Yo no deseo si no tengo algún sueño, pero tengo miedo a enamorarme sin antes haberte tomado el cabello, enredarme en ellos, trenzar una vida delicada junto a tus pechos.

Esa mujer

Un arco iris de razones cuando se piensa en aquella mujer, donde cada color es una forma de mirar el futuro, mirar por esa imaginación, un viaje visionario, esa estación donde tomar un cálido descanso.
Y no me canso de desglosar cada sensación, cada imaginación cada posible razón... es que mujer, tu eres todo lo que quiero soñar todo lo que alguna vez quise sembrar; ahora que aterrizo sobre esta realidad, solo pienso en volver a volar.

No se si me pueda perdonar el dejarte pasar, sin poder evitar esa mirada capturar, solo para conocerte para empezara sentir lo que es esa versión retrograda del palpitar sin razón.
Esa triste imaginación que no demora en llegar cuando no me siento escuchado por tu razón, aunque las velas iluminen el camino para comenzar de a dos, siempre se siente frío por donde voy... es que tu eres todo en estos momentos, en los cuales las flores sonríen y me dicen arriesga esta loca versión de un romance casual... para hacerlo real.

Esa mujer que con distante ocasión me hace sonreír cuando la pienso en mi propio venir, esa sensación que solo otorga tomar por las manos, eso que no quieres dejar marchar sin antes dar un pequeño beso infinito, un eterno reflejo que de momento solo yo puedo imaginar, es que mujer tu no sabes lo que puedo entregar si no eliminas la razón de que me conociste arando un campo ajeno, el cual frutos no dio, pero me llevo a conocer esta abreviada versión de volverme tonto cuando te veo pasar.

Todo en mi esta bien, ya no hay cicatrices de amor del ayer, pero tus heridas son de mi pobre querer, por que no intento dar lo mejor que podría ser, solo intento ser como creo ser... un amplio momento junto a tu ser.
Quisiera que te dieras el momento de descansar, de pensar que no soy solo un personaje mas, que recuerdes que en alguna lejana realidad, yo estoy construyendo una nueva realidad, una donde pueda conocerte mas aya de las trabas de este mundo infame, que separa todo lo hermoso que veo con mis simples ojos... dejame acercarme a tu hebra, para tejer el abrigo que me envuelve a tu ser.

Esa mujer que en la oscuridad de mi imaginación, ilumina una nueva forma de arrastrar esta vida para hacerla una nueva gracia, darlo todo en pos a lo ajeno, robarte el corazón con el temblor de mi voz y sin dudarlo ser lo que tenemos que ser...
Aunque todo tarda en llegar, lentamente suele avanzar, cautivo de no fallar en tropezar con la hermosa amistad, que de alguna manera se vuelve infelicidad cuando el ritmo solo pasa a ser parte del instinto de sobrellevar la iracunda realidad.

Es que mujer, no intento ser un ladrón que con palabras intenta usurpar tu latido, no intento sobrellevar una carga, solo expresar y demostrar que los suspiros son mas que un agudo momento, donde se suele tragar saliva para rellenar ese vació que quizás suele penar cuando falta esa mano tibia en la cabeza, un beso en cualquier parte tu vida... solo abandonar el ritual de la soledad.